El cauce del río Sarela, a su paso por la ciudad de Santiago de Compostela, fue en el pasado lugar de especial valor para la instalación de industrias que formaron con el tiempo un riquísimo conjunto en el que se traban estructuras de tipo rural, urbano e industrial, apoyadas en una topografía variada y dando lugar a la creación de calzadas, caminos, puentes y sendas que acompañan al cauce del río.
Los canales que forman parte de las instalaciones industriales salvan desniveles y rodean prados y fincas, limitadas por tapias o cercados en las laderas del cauce del río, dando paso a una variada secuencia de molinos y fábricas que constituyen un ámbito de altísimo valor paisajístico, ambiental, arquitectónico, cultural e histórico.
En el lugar conocido como "Casas do Rego", a 150 metros del puente del Carme de Abaixo, en la carretera que asciende al Monte Pedroso y en las inmediaciones del río Sarela, se encuentra la fábrica de curtidos del mismo nombre y que es motivo de esta promoción.
La fábrica de curtidos de Casas do Rego fue una de las más importantes de Santiago de Compostela, dentro del movimiento de construcción industrial de este tipo de establecimientos que se produjo en Santiago entre los años iniciales de la década de 1780 y la invasión francesa de 1808, y que convirtió a la ciudad en el principal centro curtidor de España hacia mediados del siglo XIX.
El conjunto de esta instalación industrial, establecida en el año 1791, abarca una superficie de terreno de 8.700 metros cuadrados, y está compuesta por una serie de edificaciones dentro de un perímetro totalmente cerrado.
La fábrica aún conserva en perfecto estado la espléndida vivienda de los antiguos propietarios, y dentro de un importante muro de piedra la mayor parte de sus instalaciones. Se trata, pues, de una instalación industrial de gran interés por su estructura, implantación en el entorno y su peculiar carácter y valor ambiental..